sábado, 3 de noviembre de 2012

Sobre la felicidad

La verdad que llevo unos días en los que no me encuentro muy bien. No sé si es el tiempo, las malas noticias que ves en televisión, la verdad que no lo sé. Pero no estaba yo muy flamenca para escribir nada y creo que mejor así. He hecho un favor a mi blog y a los que estéis mirándolo. Pero ayer empecé a leer un libro que me está haciendo pensar, o mejor dicho, ser consciente. "Alegría" de un filósofo hindú llamado Osho.
Nunca me ha dado por leer cosas de autoayuda, siempre me he considerado bastante alegre de por sí. Pero esta semana me estaba pesando mucho. Creo que a todos nos pasa, sin saber por qué nos vemos dentro de una espiral de sufrimiento en la que empezamos a mirar la vida con ira, con furia...sin un motivo claro. Culpamos a nuestros amigos, parejas, familiares, a la sociedad vamos, de todo lo que nos pasa...y buscamos el consuelo en la gente. Este libro me está haciendo ver la importancia que cada uno de nosotros tenemos. Lo que tenemos es el presente, y nuestra felicidad solo puede ser nuestra, nadie nos la da.
No es que hoy sea feliz, es que me estoy proponiendo no exigir a las personas lo que está dentro de mí.
Me pasa una cosa muy curiosa cuando estoy cerca del mar. En especial cuando es de noche. Veo un cielo lleno de estrellas que en algún punto se llega a tocar con el mar, un mar oscuro y enorme. Y me siento recogida...No pequeña, es una sensación de estar dentro de algo que me supera pero que a la vez me protege. Y la alegría entra en mí. Puede que os suene raro o que penséis: "esta tía está flipando". Pero creo que todos hemos sentido una fuerza así de inexplicable...sin nada, sin un ordenador, o un coche, o dinero en el bolsillo. Algo natural.
Creo que estoy haciendo las paces conmigo. Y me siento bien, después de un tiempo de tristeza me siento fuerte. Sólo quería compartirlo con el mundo. Ya basta de buscar culpables, de sufrir por nada cuando no tienes motivos. Seamos felices.
Y me despido con Palabras para Julia. Es de José Agustín Goytisolo. Esta poesía me lleva directamente a pensar en mi padre, son palabras de amor, en las que te desea felicidad, y que siempre que la leo consigue el mismo efecto que cuando estoy ante la grandeza del mar.

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